Los peritos industriales son ingenieros industriales cuyo objetivo es evaluar y estudiar las situaciones relativas a su competencia en calidad de perito o experto. Como perito la finalidad es conocer de primera mano los problemas en profundidad por los que le han llamado para que dé su opinión de experto.

De este modo, un perito industrial debe tener en todo momento una previsión de datos que debe recapitular en el peritaje, de tal modo que, de manera posterior, pueda definir objetivamente las cuestiones que se han formulado en la pericial. Así pues, un perito se encargará de preveer lo que quiere inspeccionar, estudiando los puntos que se reclaman. Lo más habitual es que se preparen una lista con todos los puntos a comprobar.

Un inspector se ceñirá a lo que solicita la pericia, por lo que solo valorarán esos datos. Un perito nunca da por válido algo que no se puede comprobar, ya que la objetividad es la premisa de la que deben partir sus juicios. Hay que recordar que un peritaje será el que se encargue de determinar una serie de aspectos de relevancia que pueden dar lugar a indemnizaciones, sentencias y demás, todo dependerá de la índole que tenga el peritaje en cuestión.

Habitualmente se suele transmitir la sentencia al peritaje para que luego él valore si ha sabido o no transmitir lo que vio en el momento. En definitiva, y como podéis ver, se trata de una figura clave para resolver conflictos, ya que a través de su voz de experto dará una opinión muy válida que hará que la balanza se pueda inclinar de un lado u otro. Si tenéis algún problema de estas características, ya sabéis que acudir a un perito os podrá resolver las dudas y, en definitiva, el conflicto a tratar en ese caso.